domingo, 20 de septiembre de 2009

Problemas con el idioma

En realidad todo esto del idioma no tiene mucha complicacion cuando estás hablando del tiempo, del sistema educativo, del carné de conducir, de cuando eras pequeño, etc... Pero cuando vas a un restaurante, muy bonito por cierto; el típico restaurante inglés de montaña con su estructura de madera, su tejado de paja, las sillas y mesas del jardín de madera tallada, con su césped verde y su campo de ovejas, en un día extrañamente soleado para el país, la zona y la época del año, te ponen delante una carta y te dicen: What do you want for lunch? (¿Qué quieres para comer?) Entonces es cuando el idioma es un problema... La cosa no acaba ahí sino que se complica cuando después de que una chica de 14 años que casi no sabe español te ha intentado explicar a su manera, con sus gestos y sus espasmódicos: Esa parte de aquí del cerdo... Como si los cerdos no tuvieran la grasa, el músculo, los riñones, y miles de cosas más dentro.
Bueno, al final acabas pidiendo algo, lo que sea, muy convencida ya que no quieres que noten que no tienes ni idea de lo que estas pidiendo y deseando que te vaya a gustar. Al final, después de mucho rato esperando y mucha conversacion de Viejos Británicos recibes tu plato. Tiene buena pinta, mi elección parece la acertada. Piensas interiormente cortas un trozo de tu empanada de carne y cuando te lo metes en la boca... notas un extraño sabor a casqueria, a organo... muy discretamente con la punta del cuchillo haces ver que cortando un trozo de la empanada ésta se te desmonta y un poco de la carne del interior se desparrama por tu plato... allí está, el causante de ese sabor que aún 3 horas más tarde sigo teniendo en la boca, un trozo de riñón...
Y allí estás tu, sentada en un mesa en la que la media de edad debe ser de 50 años, teniendo en cuenta que la más pequeña tiene 14 y tu eres la segunda más joven, sin entender casi ni una palabra de lo que dice esa gente que habla muy muy rapido y ceceando, sin entender su humor britanico y comiendote algo que casi te da arcardas...
Aún así, a sido un bonito día en el campo.

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